sábado, 26 de abril de 2008

Galeano y las ventanas

Con Ernesto y Fidel

-Es como saludar a un viejo amigo -le dije, mientras estrechábamos manos. Una breve sonrisa de sabio colmilludo le surcó el rostro, como rumiando para sus adentros: “otro más de este lado”. Me presenté y algo hablamos sobre mi nombre. Luego firmó el libro y posó para la foto: todo el ritual semiótico-digital de encuentro con un gurú de la era post-modernamente enloquecida, de los mundos al revés.

-A nosotros nos gusta acompañar las palabras con cuerdas y cueros tensados -expliqué, mientras le extendía Luz en las Ventanas. Ese nosotros escondía un revoltijo de andaduras, canciones y palabras compartidas donde él mismo había participado desde la distancia.

-¡Un regalo! -clavó sus ojos en los colores de la superficie. Agradeció el disco con humildad de campesino que recoge lo que ha brotado de la tierra.

Charlamos sobre México, sobre los dolores que le habían confinado al reposo durante todo el año anterior, sobre su reciente y feliz retorno a los senderos. Cuando me alejé, un remolino de personas empezaba formarse en torno suyo, en las manos cargaban libros como pequeñas bestias que iban a ser signadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
La ratlla blava dijo...

Hola!!.¿Cuándo ha estado Galeano en Barcelona?¿.Por qué siempre llego tarde a todo??!!!.Bueno,quina sort noi!!!